sábado, 8 de diciembre de 2007

Mapa de Lunelia



Este es un mapa de Lunelia.Es muy rudimentario y yo mismo lo hice para guiarme en los viajes de los protagonistas por Lunelia.A pesar de estar hecho a mano, se aprecian bastante bien los detalles, y asi te puedes orientar más o menos por la gran isla que forma este pequeño mundo.Además muestra algunas cosas, que pueden darte pistas para los capítulos siguientes.Podría haberlo pasado a ordenador para que estuviera más limpio con el paint o con cualquier programa de dibujo, pero he pensado que el mapa no sería el mismo que el que tenía en la cabeza, así que lo he dejado tal y como lo dibujé en su día.Espero que os guste.

viernes, 7 de diciembre de 2007

CAPÍTULO 2: LUNELIA




Cuando Marc y sus padres llegaron a Londres, él estaba dormido, pues a pesar de ser poca la distancia que separaba Mistown de Londres, el tráfico los retrasó más de una hora.-Hijo despierta-susurró Glen. Marc abrió los ojos lentamente-¿Ya hemos llegado?-Sí, venga bájate- le apremió su padre. Marc salió de la limusina y se encontró con una preciosa ciudad, llena de luces, y con calles mojadas de lluvia.-Coge este paraguas, que llueve muchísimo-le ofreció Mary.-¿Dónde está nuestro apartamento?- preguntó Marc.-Es éste de aquí-respondió Glen señalando un edificio altísimo-nuestro apartamento está en la tercera planta.Entraron en el edificio para protegerse de la lluvia, y subieron en el ascensor hasta su piso. El apartamentoera grandísimo, y estaba amueblado con muebles carísimos. A Marc no le sorprendió en absoluto, pues todos los años iban de vacaciones a algún país lejano, y siempre se alojaban en habitaciones de lujo.-Deja tu maleta y ponte el abrigo-dijo Glen.-Lo siento papá, pero no me apetece salir, yo mejor me quedo-dijo Marc echándose en los sillones de piel.-Por favor hijo, no nos arruines la vacaciones-pidió su padre.Marc salió de mala gana y, a pesar de estar en Mayo, y en Irlanda hacía en esa mes mucho calor, en Londres hacía frío y llovía, así que cambiaron la ropa veraniega por otra más invernal, y se fueron al primer cine que encontraron. La película era romántica, y Marc se aburría como una ostra. Les dijo a sus padres que iba al servicio, y salió a la puerta del cine. Ya no hacía tanto frío, así que optó por dar un paseo por los alrededores, midiendo el tiempo que duraría la película. Había muchos parques y zonas verdes en el centro, y cuando vio un parque con un bosque al fondo, se acordó de la historia del anciano de Mistown. Se sentó en un banco y observó el lugar: Estaba muy oscuro, pero una luz verde destacaba en la oscuridad; Marc buscó el foco de luz, cuando se dio cuenta de que la luz provenía de su pecho. Se quitó el abrigo y una luz verde lo deslumbró por un momento. Su colgante brillaba intensamente y llenaba el lugar de una luz fluorescente. No entendía lo que estaba pasando, pero cuanto más se acercaba al bosque, más brillaba su colgante. Sin darse cuenta, entró lentamente en l bosque, omo sumido en un sueño. El colgante brillaba cada vez más e iluminaba los troncos de loa árboles. Cuando llegó al claro del bosque salió de su sopor. Una enorme fuente de piedra con el extraño líquido verde estaba plantada allí. El colgante de Marc se deshizo de la cuerda que lo ataba a su cuello, y salió disparado hacia la fuente y se metió en ella. Marc se acercó a ella e introdujo la mano en el líquido. La fuente lo aspiró y Marc empezó a dar vueltas y a ver imágenes borrosas, que se sucedían una tras otra. Perdió la consciencia.Cuando despertó, estaba en una extraña sala azul. Se incorporó, pero sus piernas se doblaron y se desplomó sobre la cama de agua en la que se había despertado. Cuando iba a gritar, un hombre con capucha se acercó a él, trayéndole comida y agua.-¿Quién eres?, ¿dónde estoy?- preguntó a gritos Marc.-Tranquilícese, está en buenas manos- el desconocido parecía normal, de no ser porque tenía el pelo azul. -Señor de las Aguas, bienvenido a Lunelia , el mundo de las cuatro esencias

CAPÍTULO 1-LA LLEGADA




(13 de mayo de 2006)

Un chico de pelo castaño y ojos azules esperaba en la plaza de un pequeño pueblo. Llevaba puestos unos pantalones cortos y una camiseta corta de color naranja. El chico miraba su reloj todo el rato, pero no llegaba nadie. Estaba ya atardeciendo y la plaza se iba quedando más oscuro poco a poco. Cuando su reloj marcó las ocho y media, la oscuridad se hizo total, y apenas se veía nada. El chico vio a lo lejos dos oscuras siluetas, pero no pudo saber a ciencia cierta si se trataban de sus padres, debido a la oscuridad. Se acercaron más aún al chico y él reconoció a su padre.
-Perdónanos Marc- dijo un hombre con voz ronca.
-Lo sentimos hijo, pero se nos ha ido el santo al cielo, y cuando quisimos volver, no nos acordábamos del camino-esta vez fue una mujer la que habló. La madre de Marc era una mujer delgada, de pelo castaño como su hijo, y de facciones agradables.
-Vámonos, que en estos pueblos pequeños de noche, hace un frío que pela -el padre del muchacho se llamaba Glen y era un hombre gordo, alto y medio calvo. Llevaba ropa de verano y una gorra muy llamativa. Los tres se alejaron de la plaza, guiándose por la tenue luz de las viejas farolas de la calle.
-¿Vamos a estar mucho tiempo en Mistown papá? -preguntó Marc con voz aburrida.
-No, solo estamos de paso , pararemos aquí un par de días y luego iremos hacia el centro de Londres- respondió Glen animadamente.
-No sé por qué hemos parado aquí, podíamos haber ido a Londres directamente, porque como nos quedemos mucho tiempo en este pueblucho, yo me vuelvo a Dublín.-dijo Marc.
-Pues te irás tú solito, porque nosotros estaremos aquí hasta el final de las vacaciones, que para eso hemos alquilado el apartamento en la capital- contestó Glen enfadado. Cuando llegaron al hotel rural, cenaron y se acostaron muy temprano. Durmió bastante bien, pues la cama era muy cómoda. Sus padres tenían mucho dinero, y en Irlanda vivían en una gran mansión en el centro de Dublín. Cuando Marc se levantó sus padres aún estaban durmiendo, así que bajó, desayunó, y se fue a dar una vuelta por Mistown, sin alejarse demasiado del hotel. Aquel barrio, era antiquísimo y tenía muchos monumentos de piedra. Llevaba más de una hora paseando cuando vio una pequeña tienda da antigüedades al fondo de un callejón. En la puerta de la tienda, había un anciano de unos ochenta años .Tenía el pelo blanco y una gran calva el la coronilla. Estaba sentado en una silla y miraba al suelo con la mirada perdida, sumido en sus pensamientos. Cuando Marc se acercó a la tienda, el anciano levantó la cabeza y lo miró.
-¿Eres forastero verdad?- preguntó de pronto el anciano. A pesar de su edad hablaba rápida y enérgicamente.
-Sí -contestó Marc- mis padres y yo estaremos aquí un par de días y luego seguiremos hacia el centro de Londres.
-Londres me trae malos recuerdos-comentó el anciano-yo de pequeño vivía en Londres, pero un accidente hizo que regresara aquí .
-¿Qué pasó?, si no es mucha indiscreción.
-Un amigo mío desapareció cuando estaba con él y aunque no fue mi culpa, todos me miraban mal,y como no pude soportarlo, volví aquí -respondió el anciano.
-Lo siento.
-No importa, eso pasó hace mucho tiempo. Todo eso paso en un pequeño bosque, en un parque, por eso no puedo ir al campo ni ver un solo árbol.El anciano volvió a mirar a Marc, y al dirigir su mirada hacia su cuello, se quedó paralizado-ese colgante...-susurró el anciano asombrado-tiene el mismo símbolo que la pulsera con la que desapareció mi amigo. Marc miró su colgante. Tenía un triángulo al revés con nueve círculos dentro.
-¿Esto?Este colgante me lo encontré buceando en la playa hace dos años-dijo Marc-no ha vuelto a saber nada de él?-siguió el chico, retomando la conversación.
-No, pero olvida todo lo que te he contado, ahora tengo que irme.El anciano metió la silla en la tienda y la cerró desde dentro. Marc se quedó mirando la tienda con fascinación, y luego,volvió al hotel.
-Marc, ¿donde estabas?-preguntó su madre- cambio de planes, nos vamos ya hacia Londres.
-¿Ahora? Justo cuando esto empezaba a gustarme- dijo él abatido- está bien, ahora vengo. Subió a su habitación y metió en su maleta las pocas cosas que había sacado la noche anterior. Le entregó la llave al recepcionista y se reunió en la calle con sus padres.
-Vámonos-dijo Glen. Había una limusina esperándolos.
-Papá creo que no hacía falta todo esto-dijo Marc en voz baja. Su padre no le contestó y se metió majestuosamente el el vehículo. Marc también se zambulló rápidamente. Sin saber por qué, se sentía apenado, pero tenía la sensación de que ya había hecho en aquel lugar todo lo que tenía que hacer.

PRÓLOGO : EL PRIMER ELEGIDO


-13 de julio de 1938-Parque Loisirs(Londres)

Empezaba a anochecer. El parque estaba casi vacío. Sólo el ruido producido por dos chicos jugando al fútbol rompía el sepulcral silencio del lugar. Los chicos se llamaban Tim Fawkes y Seamus Right. Los dos tenían la misma edad y los mismos gustos, lo que había contribuido en gran medida a hacerse amigos el mismo día de conocerse, cuando Tim llegó a la ciudad. Llevaban toda la tarde jugando, pero a pesar de todo, no se cansaban. Tim iba perdiendo, algo que no soportaba, así que se acercó a la portería de su amigo y lanzó el balón de una patada hacia el bosque que había detrás del parque. El balón pareció levitar durante un momento en el aire, y después cayó, y se perdió entre los árboles. -¿ Por qué le has dado tan fuerte? – preguntó Seamus enfadado – ese balón es mío, y no sabes lo que me costó comprarlo. - No te preocupes Seamus – dijo Tim – iré a por él. Tim se adentró en el bosque; el follaje era espeso, y la oscuridad lo cubría todo. Solo la débil luz que provenía del cielo le ayudaba a orientarse. Tim pensó que el bosque era más grande de lo que parecía, pues llevaba un buen rato caminando y aún no había encontrado el balón. Siguió andando, sin percatarse de que algo brillaba en el bolsillo de su pantalón intensamente, hasta llegar a un claro del bosque. Por un momento, Tim se olvidó del balón, de Seamus o de que casi se había hecho de noche, porque en el centro del claro se alzaba una majestuosa fuente de piedra maciza, de varios pisos y forma rectangular. Pero lo más extraño era el líquido que fluía por la fuente: era de color verde esmeralda, y unos brillantes puntos de luz saltando de un lado a otro en la superficie del líquido. Se quedó ensimismado contemplando la fuente boquiabierto, hasta que vio algo emerger por el piso superior de la fuente: su balón. Se acercó para cogerlo, pero cuando iba a tocarlo, el balón se sumergió, y Tim, en un acto reflejo, lo siguió para cogerlo, introduciendo la mano en el líquido… Seamus esperaba preocupado a su amigo, con la mirada fija en el bosque, cuando un cegador torrente de luz verde salió disparado del centro del bosque e inundó toda la zona. La policía no tardó en llegar, alertada por el extraño fenómeno luminoso. Seamus les explicó todo lo que había pasado, y ellos emprendieron la búsqueda por todo el bosque, pero no encontraron nada, ni siquiera la fuente, que aunque nadie se había dado nunca cuenta de su presencia, había desaparecido misteriosamente. La búsqueda se prolongó durante las semanas siguientes, por todos los alrededores y por toda la ciudad. Pero fue en vano. A los dos meses de su desaparición se le dio por muerto. Todos los familiares de Tim estaban destrozados. Sin embargo, Seamus no derramó ni una solo lágrima; no porque no le importara su amigo, sino porque no podía aceptar sin más que su amigo había muerto, y porque en el fondo de su corazón, la llama de la esperanza no se había apagado. Pero no podía seguir viviendo allí, no mientras todos lo miraran como el culpable de lo sucedido. Así que desde aquel día, Seamus Right se volvió un chico extraño y solitario, y se fue a Mistown, un barrio a las afueras de Londres, el lugar donde nació